jueves, 14 de mayo de 2009

¿LA SANTA MUERTE?




La Santa Muerte es un concepto católico que significa morir en amistad con Dios. La santa muerte no es una persona, no es una figura. Y aunque en la tradición artística, se le presenta muchas veces como un esqueleto cubierto de un manto o de una especie de hábito, con una guadaña, es decir, con una herramienta enorme que se utiliza para la cosecha, figurando que la misma esta cosechando el alma de la persona. La muerte es un transito, es un episodio, una situación, no es una persona.

Sin embargo, poco a poco se ha ido incrementando en México la devoción a esta figura de la santa muerte, que es representada de manera masculina como una figura horrorosa, con símbolos como la guadaña, y también un rosario, haciendo así una confusión con elementos católicos en un culto que es realmente maligno, o se le presenta como una calavera vestida con una especie de traje de novia, a veces blanco, otras veces rojo que lo hace mas maligno y destacado.

En consecuencia ya resulta suficientemente negativo y macabro convertir a la muerte en una figura, en una persona, en un ser a la cual se le pueden pedir cosas, y peor todavía cuando se consideran el tipo de cosas que se le piden. A esta santa muerte, mal llamada santa, por que es una divinidad oscura y maligna, se le piden cosas que normalmente no se le pedirían a Dios, éxito económico, el triunfo en una operación económica, la venganza contra otra persona, la muerte de otra persona, la protección ante actos criminales que se vayan a realizar, el enamoramiento de otra persona que libremente no desea tener algún tipo de relación amorosa con la persona que solicita la intersección de la santa muerte.

Claramente se trata de un culto maligno, de un culto satánico. Solo existen dos seres capaces de concedernos cosas que pedimos, Dios o el Demonio. No existen personajes intermedios. Los Ángeles, incluso en new age, existe este hábito de rezarles a los Ángeles como si los Ángeles fueran divinidades por si mismas que son capaces de otorgarnos cosas, no es verdad. Los Ángeles solamente interceden por nosotros y consiguen para nosotros aquellas cosas que Dios desea, y solamente las cosas que Dios desea y que permite o concede.

En el caso de cosas malignas, no va a ser Dios el que lo concede, En el caso de cosas caprichosas que queremos conseguir de todas formas, queriendo Dios o no, simplemente porque nosotros queremos, en esas cosas estamos recurriendo a quien es el amo del mundo, el príncipe de este mundo como llamó Jesús al Demonio, y que en consecuencia es capaz de conseguir algunas cosas materiales. Pero como el demonio odia al ser humano estas cosas que se conceden son necesariamente a cambio de alguna forma de esclavitud que obtiene de la persona. En consecuencia no se recurre a este culto de la santa muerte y se permanece igual. Uno se va convirtiendo en esclavo de aquel que concede algunas de estas peticiones caprichosas y pedidas de una forma mágica, no religiosa, es decir, buscando que lo sobrenatural se someta a mi voluntad y no a acoger aquellas cosas que están dentro del designio de Dios.

Esta confusión con la santa muerte que es demoníaca y hay que rechazarla se produce en otros lados. En el Perú se cree en el soldadito desconocido, que nadie sabe como comenzó este culto de una tumba anónima en un cementerio, donde se le comenzó a rendir culto porque supuestamente concede favores especialmente a personas del mundo criminal, éxito en operativos criminales, en asesinatos, en asaltos, etc. Y que ciertamente no tiene nada que ver con lo que quiere Dios.


Es importante comprender que existe una diferencia abismal entre recurrir por intersección de Maria o de un santo, cuya intercesión ante Dios que es la única fuente de bien, y lo hacemos con la disposición espiritual de asentar ante Dios aquello que el considera que es lo mejor para nosotros.

En cambio, aquel que recurre a este tipo de deidades que son verdaderamente malignos están buscando someter el poder sobre natural a la voluntad, al capricho y a deseos que son sobrenaturales y en consecuencia lo único que haces es esclavizarnos más al maligno y es algo que debemos rechazar y alejar completamente de nuestra vida.

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